Cita:
Llegan a Jerusalén; y entrando en el
Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y a los que compraban en el
Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores
de palomas y no permitía que nadie transportase cosas por el Templo. Y les
enseñaba, diciéndoles: «¿No está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración
para todas las gentes? ¡Pero vosotros la tenéis hecha una cueva de
bandidos!» (Marcos 11, 15-17)
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Reflexión
Fuiste
aclamado por la multitud en tu subida a Jerusalén, pero tu corazón estaba fijo
en lo que pronto sucedería. Esta misma gente que te aclamaba sería la que
después gritaría con la misma fuerza que te crucificaran.
¿Qué
hiciste Jesús?
Una
vez llegado a Jerusalén, entraste en el templo y con tristeza te diste cuenta
de cómo había cambiado la casa de tu Padre. Era un lugar de negocios, donde no
brillaba la piedad sino el comercio con las cosas santas. Pero era tarde y
preferiste regresar a Betania, a la casa de tus amigos, Marta, María y Lázaro,
donde te hospedabas cada vez que ibas a Jerusalén. Era un lugar de descanso y
de paz, donde reponías fuerzas y podías abrir tu corazón sin límites.
Al día siguiente, te transformaste y
comenzaste a arrojar del patio central a los que vendían y compraban; volcaste
las mesas de los que cambiaban dinero y vendían animales; no dejaste que nadie
cruzase por el templo cargando cosas.
Y gritaste que el templo
estaba llamado a ser casa de oración, no cueva de ladrones.
Los
sumos sacerdotes y escribas al enterarse de esto buscaban matarte. No podían
permitir este modo de actuar tuyo. Tu sentencia de muerte comenzaba a tomar
forma pero tú tenías puestos los ojos en el Padre y en la misión que te había
encomendado.
¿Qué
significa para mi vida lo que acabas de hacer?
Y yo
me pregunto si también mi corazón, ese templo de la Santísima Trinidad no
tendrá vendedores, cambistas, y si no lo habré convertido en un lugar de
negocios más que en un lugar de paz y encuentro contigo.
¿No
habré negociado con mi conciencia? ¿No habré cedido ante un mundo que me
vende una imagen tan superficial de la vida? ¿No habré encerrado al Espíritu
Santo en la jaula de mis gustos y preferencias?
Limpia Señor el templo de
mi corazón para que tú puedas pasearte y encontrarlo limpio de todo negocio,
que sea un remanso de paz para ti donde puedas encontrarme y yo pueda
encontrarme contigo.
ACTIVIDAD: N° 3
Realiza una oración en word, pidiendo luz
al Espíritu Santo en esta pandemia, y repasando el Camino de Cuaresma, imprime y pega en tu cuaderno, luego envía al correo
Crea una tarjeta sobre qué hay que limpiar y sembrar en mi corazón., de acauerdo a la imagen .
Buenos días miss Anita , soy Camila Figueroa.
ResponderBorrarBuenos días miss, soy Micaella Tamura
ResponderBorrarMiss Anita Buenos días soy Nicol Ríos presente
ResponderBorrarEl tema habla de la confeción en el
Templo interesante me gusta.
Buenos dias Mis soy el Alumno Jhosua Herrera
ResponderBorrarBuenas tardes miss soy Antonela Luna
ResponderBorrarBuenas tardes miss,soy Rosa Gomez
ResponderBorrarMuy buenas tardes chicos, me da gusto que se hayan presentado que pasen una bonita semana santa en reflexión y unión familiar.
ResponderBorrarGracias miss Anita soy Nicol Ríos
BorrarBuenos días mis soy el alumno Juan Carlos Alfaro Flores.
ResponderBorrarBuenos días miss, soy Micaella Tamura
ResponderBorrarBuenos días miss Anita , soy Camila Figueroa.
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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